Entrevista a Sílvia Escuder y Laura Pujol: coordinadoras del Grado en Artes Escénicas.
Por la Sílvia Escuder y la Laura Pujol, coordinadoras del Grado en Artes Escénicas, el grado va más allá de aprender el oficio y prepararte para el sector profesional; existe un componente muy importante de crecimiento personal para el alumnado.
Sílvia, ¿qué haces y qué has hecho en ERAM?
Silvia:
Hago la coordinación pedagógica del Grado en Artes Escénicas e imparto clases de lenguajes del cuerpo. Me interesa sobre todo la expresión corporal como herramienta global para el actor: emoción, voz, energía…
Silvia Escuder (Agramunt, J.)
También hago la asignatura de Ámbito 1 con el Aïna R. Marés, donde durante tres semanas se anulan las clases y sólo se trabaja para hacer una puesta en escena. Es una asignatura en la que se materializa el trabajo de las diferentes asignaturas de primero. Se da un enfoque de trabajo grupal, de escucha, energía, presencia, disponibilidad para con el grupo, ritmo… También llevo, junto con Aïna, la asignatura de entrenamiento actoral. Y una parte de los créditos de interpretación frente a cámara de tercero.
Compagino la docencia con los trabajos que hago como actriz. Recientemente, fuera de ERAM, he estrenado en Temporada Alta un texto de Ferran Joanmiquel, docente de dramaturgia y artes escénicas aplicadas, que él mismo ha dirigido; Una Mujer Sin Nombre, obra producida por el Teatro La Mercantil, de Balaguer.
¿Y tú Laura?
Laura:
Yo fui alumna de la primera promoción del Grado en Artes Escénicas de ERAM (2014-2018). Para hacer las prácticas del grado entré en Bitò Produccions, quien lleva Temporada Alta, y luego pasé a ser adjunta de producción durante 6 años. Actualmente, trabajo coordinando las actividades abiertas de las compañías residentes de El Canal, el centro de creación que comparte espacio con el ERAM en la Coma Cros. También he vuelto a casa como coordinadora del grado con Silvia, un trabajo muy motivador porque el grado no ha dejado de mejorar desde que yo lo cursé.
Laura Pujol (Agramunt, J.)
Lo que buscamos es conectar al alumnado con el mundo profesional a lo largo de los cuatro años, aprovechando las oportunidades de territorio, así como abriéndonos al público con proyectos como los Ámbitos de Creación o la Mostra Esfera.
«Vienen con una necesidad profunda de expresarse y descubrirse a través de las artes escénicas.» – Silvia Escuder
¿Cómo es el perfil del alumnado de Artes Escénicas de ERAM?
Silvia:
El alumnado de este grado tiene una transformación increíble desde que entran con 18 años hasta que salen con 22 o 23 años, cuando se gradúan. Cuando comienzan y les preguntamos sus referentes en las artes escénicas, suelen ser exclusivamente referentes cinematográficos. Ven muchas series pero poco teatro. Sin embargo, vienen con una necesidad profunda de expresarse y descubrirse a través de las artes escénicas. Es decir, porque existe una necesidad de comunicación, de ser ellas mismas a partir del teatro. Hay una necesidad de estar vivo en el escenario, de descubrirse cómo son.
Algo que cada año veo y me parece precioso es la capacidad de maravillarse por cada nuevo conocimiento que reciben en clase, es un descubrimiento constante y les abre la mentalidad a muchos niveles. Yo que ahora ya tengo unos años de trayectoria, cada año veo esa capacidad de maravillarse y empaparse y que todo les atraviesa, todo es un descubrimiento. Hay que mantener viva la llama y la curiosidad por lo que nos rodea, por lo que está pasando, por el ser humano, por lo que nos acerca y que nos aleja al mismo tiempo.
Laura:
Sí, muchos llegan sin saber expresar exactamente esta intuición, pero saben que el teatro les permitirá explorarse. Se trata de personas que desean tener una relación poética y estética con el mundo. A medida que pasan por el grado, hacen una transformación personal muy visible, su forma de ver las cosas cambia, y se abren a nuevos referentes.
«Trabajamos teniendo en cuenta la singularidad de cada alumno, no trabajamos para crear actores modelo, trabajamos para crear profesionales con voz propia.» – Laura Pujol
¿Cuál cree que es el punto fuerte del grado?
Silvia:
Cuando el alumnado entra en primero, puede que tengan una idea sobre lo que quieren hacer al terminar, pero durante los cuatro años de grado obtienen conocimientos y experiencia aplicables en todos los perfiles profesionales del sector. Así vemos cómo crecen con las experiencias, y esto les permite descubrirse mientras estudian y después tienen opciones muy variadas, no se habrán especializado en un perfil profesional antes ni de conocerlo realmente.
«Necesitamos el grupo para crecer y formarnos escénicamente, es indispensable en este oficio.» – Silvia Escuder.
Otro punto fuerte del grado es el aprendizaje de la creatividad, de poder proponer. Esto les obliga a preguntarse quién soy yo respecto al mundo, qué quiero, cómo quiero expresarme, cómo me posiciono ante lo que me rodea. Tener criterio y ser conscientes de decidir hacia dónde quieren ir. Encontrar la voz propia. Esto es un punto muy fuerte que se trabaja desde primero, en distintas asignaturas. Dar las herramientas para que exploren, decidan y se equivoquen, evidentemente, para seguir creciendo y aprendiendo. Y todo esto, con una conciencia de lo que significa trabajar con el grupo. Cómo trabajo desde la escucha al otro, desde la humildad, desde el respeto. Necesitamos al grupo para crecer y formarnos escénicamente, es indispensable en este oficio.
Otro punto fuerte es que existe un ambiente muy familiar. Somos una gran familia. El cuidado que existe hacia el alumnado y su aprendizaje es personal, respetando el proceso, la escucha y las necesidades individuales.
Los profesores nos reunimos regularmente. Hay un consejo pedagógico que trabaja junto a todo el colectivo de profesorado para ir mejorando. Es un grado que está vivo, que va transformándose. Nos adaptamos a las necesidades pedagógicas del plan de estudios y del alumnado para ser coherentes, adaptándonos a las necesidades pedagógicas de los alumnos.
Laura:
Nuestra fuerza es que trabajemos de manera singular y transversal. Debido a que el acceso es a partir de la selectividad o ciclo superior oficial, sin filtros ni pruebas de acceso extras, entran perfiles de alumnado muy variado. Creo que es algo muy positivo, tener ese abanico plural nos enriquece. Por eso, trabajamos teniendo en cuenta la singularidad de cada alumno, no trabajamos para crear actores modelo, trabajamos para crear profesionales con voz propia.
El grado no sólo es teórico, sino muy práctico. El alumnado tiene ámbitos de creación desde el primer año y realizan proyectos que los conectan con el mundo real. Quizás el proyecto con el que culminan el grado, que es su Trabajo Final de Grado, es la oportunidad para presentarse al sector. De proyectos de TFG hemos podido ver cómo se han ido creando compañías que han funcionado y están en activo.
Prueba de nivel durante los primeros días de curso de 2023-24. De izquierda a derecha, Sílvia Escuder, Aïna R. Marés, Montserrat Cristau y Alberto Díaz.
¿Qué le diría a alguien que quiere estudiar artes escénicas pero tiene dudas?
Silvia:
Primero de todo, hay que escucharse y preguntarse qué es lo que me hace dudar. ¿Qué es lo que te hace dudar? ¿El miedo, los prejuicios, la vergüenza, el pensar que no seré capaz? Si alguien no está convencido, puede esperar. No hace falta tener 18 años para empezar a formarte en este oficio. Sin embargo, una vez empiezas hace falta mucho trabajo, autodisciplina, compromiso, esfuerzo, evidentemente. Es una forma de vivir. Tiene que haber una necesidad que te impulsa a querer hacerlo y seguir haciéndolo. Una necesidad íntima, vital. Pero si su intuición les lleva hacia aquí, les diría que lo prueben. La universidad, especialmente ERAM, es un espacio muy cercano donde apoyamos al alumnado desde el primer momento, y esto ayuda mucho a dar el paso. También hay que tener claro que todo son pequeñas decisiones, qué grado vas a estudiar no debe ser una gran decisión. Siempre puedes redirigirte, no pasa nada por probarlo y cambiar de decisión después.
«Es muy amplio el sector y cabemos todas, se están generando nuevos puestos y muchas salidas laborales.» – Laura Pujol
Laura:
Yo les diría que vinieran a conocer la escuela, que sean parte del público de las exhibiciones que hacemos para ver cómo evoluciona nuestro alumnado y por dónde pasarán si finalmente deciden hacer el grado.
El ERAM es un lugar muy acogedor y los profesores están muy implicados en el crecimiento de los alumnos, no solo académico, sino personal.
Es necesario que tengan claro que en este grado se dan las herramientas para que el alumnado tenga los conocimientos base, después tú como profesional siempre debes seguir formando . Un oficio es como un maratón, siempre debe seguir aprendiéndose. Es necesario que te preguntes de qué quieres hablar, cuál es tu propuesta como profesional. Es necesario que pruebes y te equivoques y vuelvas a probar, ir aprendiendo e ir construyendo un camino de forma autónoma.
Una reflexión que me gusta hacer a las jóvenes que quieren entrar en el grado es; ¿quieres trabajar en el sector de las artes escénicas o quieres ser famoso? Porque son dos cosas distintas. Es muy amplio el sector y cabemos todas ellas, se están generando nuevos puestos y muchas salidas laborales.